martes, 30 de julio de 2013

Ouija Anecdota 2

Esta anécdota relacionada con la OUIJA ocurrió realmente y fue tal y como la describo. No es una historia contada por otro o por un amigo de un amigo. 
Ocurrió realmente y me pasó a mi directamente.


Anécdota II

Por esa misma época, como el tema Ouija estaba tan de moda, había sesiones espiritistas por todos lados.

Recuerdo un día en especial donde conté hasta tres reuniones simultáneas. Por lo menos veinte personas haciendo Ouija en el lugar donde solíamos reunirnos para hablar y estar un ratillo con los amigos.
No penséis en un local, con música ambiental, luz tenue e incienso, nada de eso, en plena calle a la luz de las farolas, sentados en los archiconocidos "poyetes".


La historia es la siguiente

En esos días, sentados en los "poyetes" donde solíamos reunirnos, empezamos a hablar del tema entre los que allí se encontraban.

Hablábamos del tema Ouija, del miedo que daba y de la forma alocada en la que se hacían las sesiones frente a nosotros.

Si el doctor Jiménez del Oso los viera...

Allí sentados y observando a distancia las sesiones, criticábamos la poca credibilidad de lo que veíamos.


Curiosamente, ninguno de nosotros había participado nunca en una sesión.

 
Nos habían contado que en días pasados contactaron con el espíritu de un niño que había muerto abandonado y del cual se habían hecho muy amigos. Últimamente siempre era este niño (no me acuerdo del nombre que le daban) quien aparecía y entraba al trapo de contestar todo tipo de preguntas y desvaríos.


Un día en particular, de esos de verano en Sevilla, con más de 30 grados a las 11 o 12 de la noche, con más gente en la calle que en un centro comercial, apareció Fernando (Fernandito le llamábamos) con su tabla Ouija hecha por la parte de atrás de un parchís (ese no tenia detrás el juego de la Oca). 

Había tallado incluso una madera con la forma de un apuntador de esos que aparecían en las películas con un agujero en medio donde se podían ver las letras.

Un trabajo excepcional.


El grupito, muy crítico con el tema y con ganas de poner en evidencia la veracidad de las sesiones allí improvisadas, decidió tomar cartas en el asunto. No nos podíamos creer que personas normales, en medio de la calle, con un Ouija hecha en un parchís contactaran en menos de un minuto con espíritus.


Ni los mejores mediums del mundo serían capaces de realizar semejante hazaña.


Allí fuimos con la idea de participar y poner orden a tanta patraña. 

Mi hermano, viendo que los presentes no eran unos lumbreras en los estudios, tuvo la genial idea de participar preguntando algo que ellos no pudieran saber por si mismos.

Quería pregunta algo como 
-- ¿cual es la capital de Albania? ¿Cual es la raíz cúbica de 27?.

Como si el espíritu tuviese que saberlo "a Huevo". 
Como si todos los muertos adquirieran conocimientos por arte de birlibirloque.   
  
Ya nos valía a los "listos"...



Allí nos acercamos y preguntamos si podíamos participar.
Rápidamente nos contestaron con la típica respuesta 
-- Si al espíritu no le importa..

Sin esperar ni un segundo, procedieron a preguntarle a la Ouija si le importaba que participásemos.
La respuesta fue rápida y contundente.
-- NO (no le importaba).

Fernando no había terminado de transmitírnoslo cuando me di cuenta que las manos seguían moviéndose y escribió algo sobre una mano.

Un poco extrañado, repitió la pregunta y la tabla comunicó.
-- Pon la mano.

Sinceramente creo que esto nos desarmó un poco, por lo menos personalmente me sentí un poco acobardado.
Fue una situación extraña. No me pareció que alguien guiara a los demás en el movimiento de la tablilla y la respuesta fue curiosa.

Mi hermano, percatándose de lo mismo, decidió que no iba a poner la mano, ni siquiera acercarse al tablero. Exclamó con un poco de chulería
-- ¿Pero tu de que entiendes?

Si digo que la tablilla se movió rápido, me quedo corto.
Aquello empezó inmediatamente a danzar por el tablero y tardó pocos segundos en transmitir.
-- DE MUERTE.

Aquello me pareció una respuesta que nadie de los presentes hubiera querido dar. Todos estábamos entre sorprendidos y "acojonados". 
Me pareció que mi hermano cambiaba de color como una camaleón, tenía la cara con pintas blancas y verdes. 
No volvió a hablar.

Tras esos segundos eternos llegó un sentimiento de verguenza que quise resolver haciendo otra pregunta.
-- ¿Puedo yo hacerte una pregunta?
-- Pon la mano.
-- No quiero poner la mano.  -- el puñetero o no sabía que me daba miedo o se había dado cuenta y me estaba jodiendo -- ¿puedo hacerte una pregunta mental?
-- SI. 

Pude elegir multitud de preguntas: ¿como se llama alguien..? ¿de que color es no se que? ¿en que fecha ocurrió..?


Mentalmente, formulé una petición más que una pregunta.
Pensé y estoy seguro al 100 por 100 de que no lo dije en voz alta
- Vete para la letra "O".

Joder con el espíritu, no tardó nada en llegar a la letra. La acertó de pleno, no dio ni una vuelta por el tablero. Es como si hubiera querido dejar claro que me leía la mente como a un libro abierto.

Después de eso, tuve claro que algo ocurre con la Ouija.
No tengo claro si es tema de espíritus o es nuestro poder mental. 


Esto me dejó claro que algo hay.


1 comentario:

El hermano zoombie dijo...

Pues si, fue así, la Merchi estaba también ese día con la dichosa Quija.
Lo que pasa es que yo me acuerdo que mi pregunta fue mental, y eso complica la respuesta "de muerte".
A lo mejor el PSP es un sitio proclive a este tipo de fenómenos o quien sabe si el Fernandito o la Merchi tienen poderes mentales...